El corporativo de La Costeña, en la CDMX, es el primer ejercicio de proyecto corporativo de grandes dimensiones para el despacho. Surge de la necesidad de trasladar las oficinas a un espacio propio para albergar a un equipo en crecimiento. El desafío inicial fue mejorar la productividad y el bienestar de los empleados, todas las oficinas corporativas de la empresa estaban en la planta en Ecatepec, Estado de Mexico, y necesitaban un corporativo mas cerca del centro de la ciudad. Aprovechando el crecimiento de esta zona al poniente de la Ciudad, adquirieron una planta completa en uno de los nuevos edificios de la zona.

El diseño destaca por colores sobrios, materiales naturales y fluidez en el funcionamiento general de la planta, dando importancia a todas las estaciones de áreas abiertas para aprovechar la luz natural de las cuatro fachadas del edificio.. La atención en la selección del mobiliario, paleta de colores y acabados, están enfocados en la ergonomía y funcionalidad de la mano de una estética que procura el bienestar.

Los pisos, áreas abiertas y privados perimetrales se distinguen por muros de madera de nogal. Las salas de juntas ofrecen flexibilidad y transparencia aportando, al mismo tiempo, privacidad visual y acústica.

Los privados de los socios tienen acabados de aspecto más residencial para lograr un confort, en todos los aspectos, para los socios y directores generales, en todos los casos la privacidad se puede ajustar con persianas de madera para bloquear o permitir las vistas de adentro hacia afuera y viceversa.

La participación de los empleados en el diseño junto con el expertise del despacho se tradujo en una iluminación meticulosa, integrando el arte, la ergonomía, y la acústica. 

Este proyecto satisface las necesidades del cliente y crea un ambiente laboral óptimo que combina funcionalidad y diseño, destacando la importancia de la colaboración.